NO LA DEBEMOS DORMIR (Cancionero de Upsala)
El único ejemplar conocido de la edición fue encontrado hacia 1907, por el musicólogo y diplomático Rafael Mitjana, en Carolina Rediviva, biblioteca de la Universidad de Upsala, en Suecia. Dos años después, en 1909, Mitjana publicó un estudio sobre el libro titulado “Cincuenta y cuatro canciones españolas del siglo XVI”, donde comenta y transcribe el texto de las piezas. Mitjana atribuyó el origen de las obras a compositores españoles, como Juan del Enzina, Cristóbal de Morales, Francisco de Peñalosa y otros que residieron en Italia durante la primera mitad del siglo XVI. Sin embargo, es a partir de la publicación del trabajo de Romeu Figueras, “Matheo Flecha el Viejo, la corte literario-musical del duque de Calabria y el Cancionero llamado de Upsala”, cuando se relaciona el cancionero con la corte del Duque de Calabria.
El cancionero es de pequeño tamaño (209 x 147 mm) y, a diferencia de la costumbre de la época, no tiene dedicatoria ni prólogo, lo que hace difícil conocer las circunstancias en las que se realizó la recopilación.